Querida Nuria,
A veces tengo la impresión de que te acercas a las obras que leemos desde un punto de vista baostante romántico: independientemente de que reconozcas su valor, no puedes dejar de mostrar de alguna manera que no todas se conmueven por igual. Esperemos que todo lo que queda por leer te llegue a emocionar.
Después de dedicarnos al romanticismo inglés,tengo que regresar al romanticismo alemán, al fin y al cabo, estamos estudiando una obra de Goethe. Como ya hemos hablado de literatura, vamos a estudiar ahora al máximo representante del romanticismo alemán en pintura: Friedrich.
Estudió en la Academia de Copenhague y cuando se estableció en Dresde, en 1798, entró a formar parte de círculos artísticos y literarios románticos.
Los impresionantes paisajes y las marinas de este artista no solo revelan una profunda observación de la naturaleza, sino que tienen también un carácter alegórico: playas rocosas, llanuras planas y desnudas, cadenas montañosas infinitas y árboles que se elevan hacia el cielo serán motivos recurrentes en su pintura que cada vez más resuslta ser la respuesta emocioanl del artista frente a la naturaleza que contempla y que intenta reflejar. Utiliza con frecuencia colores fríos, una iluminación clara y contrastes que potencian sentimientos de melancolía, aislamiento e impotencia humana frente a una naturaleza inquietante.
Algunas de sus pinturas podrían ser ilustraciones de la propia obra que estamos leyendo y desde luego, hay obras, como la del viajero ante un abismo nublado, que contine todos los elementos del romanticismo y que no deja de emocionar al quien la contempla.
Lamento que no hayas podido remar al viento hoy, quizás la próxima vez. Abrazos.
Mari Carmen
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