COLLIGE VIRGO ROSAS A LO LARGO DE LA HISTORIA

EN LA ANTIGUA ROMA, POR AUSONIO
conquerimur, Natura, brevis quod gratia florum:
ostentata oculis ilico dona rapis.
quam longa una dies, aetas tam longa rosarum,
quas pubescentes iuncta senecta premit.
quam modo nascentem rutilus conspexit Eoos,
hanc rediens sero vespere vidit anum. [...]
collige, virgo, rosas dum flos novus et nova pubes,
et memor esto aevum sic properare tuum.
(nos quejamos, Naturaleza, de que sea efímera la belleza de las flores:
Les arrebatas rápidamente las gracias mostradas a los ojos.
La edad de las rosas es tan larga como un solo día


(la vejez inminente las agobia, aun jóvenes.
A la que el lucero brillante vio nacer,
a esa la vio anciana al regresar por la tarde[...]
Recoge, doncella, las rosas mientras la flor está lozana y la juventud fresca, 
y acuérdate de que así se apresura también tu edad.)











EN EL RENACIMIENTO, CON GARCILASO


SONETO XXIII
En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.




EN EL BARROCO, CON GÓNGORA


Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.




EN EL SIGLO XX, CON LUIS ALBERTO DE CUENCA


Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas.
Que no quede ni una. Púlete los rosales
que encuentres a tu paso y deja las espinas
para tus compañeras de colegio. Disfruta
de la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que va por los jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua, machácate de gusto
con quien se deje y no permitas que el otoño
te pille con la piel reseca y sin un hombre
(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.
Y que la negra muerte te quite lo bailado.





EN FRANCIA, CON RONSARD




Quand vous serez bien vieille, au soir, à la chandelle,
Assise auprès du feu, dévidant et filant,
Direz, chantant mes vers, en vous émerveillant :
« Ronsard me célébrait du temps que j’étais belle ! »

Lors, vous n’aurez servante oyant telle nouvelle,
Déjà sous le labeur à demi sommeillant,
Qui au bruit de Ronsard ne s’aille réveillant,
Bénissant votre nom de louange immortelle.

Je serais sous la terre, et, fantôme sans os,
Par les ombres myrteux je prendrai mon repos ;
Vous serez au foyer une vieille accroupie,

Regrettant mon amour et votre fier dédain.
Vivez, si m’en croyez, n’attendez à demain
Cueillez dès aujourd’hui les roses de la vie


(Cuando seas muy vieja, a la luz de una vela
y al amor de la lumbre, devanando e hilando,
cantarás estos versos y dirás deslumbrada:
Me los hizo Ronsard cuando yo era más bella.
No habrá entonces sirvienta que, al oír tus palabras,
aunque ya doblegada por el peso del sueño,
cuando suene mi nombre la cabeza no yerga
y bendiga tu nombre, inmortal por la gloria.
Yo seré bajo tierra descarnado fantasma
y a la sombra de mirtos tendré ya mi reposo;
para entonces serás una vieja encorvada
añorando mi amor, tus desdenes llorando.
Vive ahora, no aguardes a que llegue el mañana,
coge hoy mismo las rosas que te ofrece la vida.)



When you are old
When you are old and grey and full of sleep,
And, nodding by the fire, take down this book,
And slowly read, and dream of the soft look
Your eyes had once, and of their shadows deep;
How many loved your moments of glad grace,
And loved your beauty with love false or true,
But one man loved the pilgrim soul in you,
And loved the sorrows of your changing face;
And bending down beside the glowing bars,
Murmur, a little sadly, how Love fled
And paced upon the mountain overhead
And hid his face amid a crowd of stars.
(Versión libre de W.B. Yeats, 1893)


Cuando estés vieja, niña (Ronsard ya te lo dijo), 
te acordarás de aquellos versos que yo decía. 
Tendrás los senos tristes de amamantar tus hijos, 
los últimos retoños de tu vida vacía...

Yo estaré tan lejano que tus manos de cera 
ararán el recuerdo de mis ruinas desnudas. 
Comprenderás que puede, nevar en primavera 
y que en la primavera las nieves son más crudas.

Yo estaré tan lejano que el amor y la pena
que antes vacié en tu vida como un ánfora plena
estarán condenados a morir en mis manos...

Y será tarde porque se fue mi adolescencia, 
tarde porque las flores una vez dan esencia 
y porque aunque me llames yo estaré tan lejano
                                 (Nuevo soneto a Helena, Pablo Neruda)




EN ITALIA, CON TORCUATO TASSO

Mentre che l’aureo crin v’ondeggia intorno
a l’ampia fronte con leggiadro errore;
mentre che di vermiglio e bel colore
vi fa la primavera al volto adorno.

Mentre che v’apre il ciel puro il giorno,
cogliete, o giovinette, il vago fiore
de vostri più dolci anni; e con amore
state sovente in lieto e bel soggiorno.

 Verrà poi’l verno, che di bianca neve
 soul i poggi vestir, coprir la rosa
e le pioggie tornar aride e meste.

Cogliete, ah stolte, il fior, ah siate preste,
che fugaci son l’ore, è’l tempo lieve
e veloce a la fin corre ogni cosa.

Mientras vuestro dorado cabello ondea 
en torno a la amplia frente con ligereza;
 mientras que la primavera adorna vuestro rostro
 sonrosándolo y con hermoso color; 
 Mientras que el cielo os abre puro el día, 
 coged, oh jovenzuelas, la flor vaga de vuestros dulces años
 y, amorosamente, conservad un alegre y buen semblante. 
Llegará el invierno que con blanca nieve 
suele vestir las cumbres, cubrir las rosas
 y las lluvias volverá arduas y tristes. 
Coged, ¡oh locuelas!, la flor; estad siempre prontas,
 pues, fugaces son las horas, breve el tiempo
 y hacia su fin corren veloces las cosas.
EN INGLATERRA, CON ROBERT HERRICK

Gahter ye rosebuds while ye may,
Old Time is still a-flying:
And this same flowwer that smiles to-day
To-morrow will be dying


The glorious lamp of heaven, the sun,
The higher he's a-getting,
The sooner will his race be run
And nearer he's to setting.


That age is best which is the first,
When wouth and blood are warmer;
But being spent, the worse, and worst
Times still suceed the former.
The be not coy, but use your time,
And while ye may, go marry:
For havig lost but once your prime,
You may for ever tarry
(Coged las rosas mientras podáis
 pues los buenos tiempos vuelan;
 Y la misma flor que hoy te sonríe
 mañana estará marchita. 
Cuanto más se eleve el sol,
 gloriosa lámpara celeste, 
más pronto llegará a su destino 
y más pronto caerá el ocaso. 
La mejor edad es la primera, 
cuando están más calientes 
la juventud y la sangre, 
pero a medida que se gasta,
 peor y peores tiempos
 sucederán a los anteriores. 
Así pues no seáis pacatas,
 aprovechad el momento
 y mientras tengáis oportunidad,
 desposaos, pues una vez
 que se deja pasar el momento, 
puede que el resto sea esperar





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