"Desnudo sentado", 2001, de Jacob Collins |
DESNUDO
Blancos, rosas... Azules
casi en veta,
retraídos, mentales.
Puntos de luz
latente dan señales
de una sombra
secreta.
Pero el color,
infiel a la penumbra,
se consolida en
masa.
Yacente en el
verano de la casa,
una forma se
alumbra.
Claridad aguzada
entre perfiles,
de tan puros
tranquilos
que cortan y
aniquilan con sus filos
las confusiones
viles.
Desnuda está la
carne. Su evidencia
se resuelve en
reposo.
Monotonía justa:
prodigioso
colmo de la
presencia.
¡Plenitud
inmediata, sin ambiente,
del cuerpo femenino!
Ningún primor: ni
voz ni flor. ¿Destino?
¡Oh absoluto
presente!
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