DANIEL DENNETT, LA PELIGROSA IDEA DE DARWIN Y LAS GRÚAS

Un gancho celeste (un invento imaginario para la fijación en el cielo)puede ser también una creación del todo independiente de la evolución folclórica convergente. Sería magnífico disponer de ganchos celestes lo suficientemente grandes como para alzar objetos pesados en circunstancias difíciles y acelerar todo tipo de proyectos. Es triste decirlo, pero son imposibles.
Sin embargo, disponemos de grúas. Las grúas pueden hacer el trabajo de elevación que harían nuestros imaginarios ganchos celestes y lo harían de una manera honesta, sin hacerse de rogar. Sin embargo, son costosas. Deben ser diseñadas y construidas con las piezas disponibles y fijadas sobre una base firme de terreno escogido. Los ganchos celestes son elevadores milagrosos, no soportados e insoportables. Las grúas no son menos excelentes que los elevadores y tienen la ventaja de ser reales. Cualquiera que sea, como yo, un observador de las construcciones en marcha habrán notado con alguna satisfacción que a veces se utiliza una grúa pequeña para emplazar una grúa grande. Y debe haber ocurrido a muchos observadores que, en principio, esta grúa grande puede ser utilizada para poner en situación o acelerar el montaje de una grúa aún más grande. La utilización de grúas en batería es una táctica que raras veces se emplea en los proyectos de construcción del mundo real, pero en principio no hay límites para el número de grúas que pueden disponerse en serie para cumplir algún objetivo. [...]






Un gancho celeste es la fuerza, el poder o el proceso de una "primera mente", una excepción al principio de que todo diseño, o aparentemente diseño, es, en último término, el resultado de una actividad mecánica no inteligente y sin motivo. Una grúa, por el contrario, es un subproceso o una característica especial de un proceso de diseño que puede demostrarse que permite la aceleración local del proceso básico y lento de la selección natural, y que igualmente puede demostrarse que es, por sí mismo, el producto predecible del proceso básico. [...]
Hoy día se admite, en general, entre los teóricos de la evolución, que el sexo es una grúa. Es decir, las especies que se reproducen sexualmente pueden moverse a través del espacio del diseño con mucha mayor velocidad que la que puede ser conseguida por los organismos que se reproducen asexualmente. Por otra parte, estas especies pueden "discernir" mejoras en el diseño a lo largo del camino de la evolución, las cuales son "invisibles" a los organismso que se reproducen de manera asexuada. 

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