HOLA, ME LLAMO ALEXEI Y SOY LUDÓPATA

Empecé a jugar en Rouletenbourg por encargo de Polina, yo tenía pensado jugar pero por mi cuenta. Yo ya había jugado antes en otros lugares, por eso el general me previno de que cuidara mi conducta en el casino, pues no quería verse salpicado si comportamiento era escandaloso o invonveniente, pues al fin y al cabo, yo pertenecía a su casa. 
 Cap.2
El lugar era menos elegante y menos tentador de lo que yo esperaba, pero aún así consiguió alterarme: "Confieso que me latía fuertemente el corazón y que no las tenía todas conmigo; muy probablemente sabía, y había dedidido tiempo atrás, que de Roulettenboug no saldría como había llegado; que algo radical y definitivo iba a ocurrir en mi vida. Así tenía que ser y así sería"

"Por ridícula que parezca mi gran confianza en los beneficios de la ruleta, más ridícula aún es la opinión de que es absurdo y estúpido esperar nada del juego. ¿Y por qué el juego habrá de ser peor que cualquier otro modo de procurarse dinero, por ejemplo, el comercio? Una cosa es cierta: que de cada  ciento gana uno. Pero eso ¿A mí que me importa?

"En primer lugar todo me parecía muy sucio, algo así como moralmente sucio e indecente. No me refiero, ni mucho menos,  a esas caras ávidas e intranquilas que a decenas, hasta a centenares se agolpan alrededor de las mesas de juego"

"Puesto que yo mismo sentía agudamente el afán de lucro, toda esa codicia y toda esa porquería codiciosa me resultaban cuano entré en la sala, convenientes y por así decirlo, familiares. Nada más agradable que cuando puede uno dejarse de cumplidos en su trato con otro y cada cual se comporta abiertamente, a la pata la llana. 

Del dinero de Polina Aleksandrovna decidí arriesgar esa noche cien gulden. La idea de entrar a jugar y no por propia incumbencia me tenía un poco fuera de quicio. [...] Se me antojaba que empezando con Polina daba al traste con mi buena suerte. ¿No es verdad que es imposible acercarse a una mesa de juego sin sentirse en seguida contagiado por la superstición?

Aunque ella misma confiaba su destino a la ruleta, Polina se burlaba de mi absoluto convencimiento de que llegaría a ganar, yo le contestaba que sí, completamente en serio. Puede que sea absurdo, pero que me dejen en paz.

Cap.3:
Como tuve que seguir jugando por Polina, aproveché para estudiar el juego a fondo: " Mientras tanto observaba y tomaba nota mental de lo que veía; me pareció que la combinación no significa gran cosa y no tiene, ni con mucho, la importancia que le dan algunos jugadores. Se sientan con papeles llenos de grabatos, apuntan los aciertos, hacen cuentas, deducen probabilidades, calculan, por fin realizan sus apuestas y... pierden igual que nosotros"

Cap.10
Por increíble que parezca, tras jugar por Polina, tuve que acompañar a la abuela a la mesa de juegoc acabó aficionándose. Yo diría, que los síntomas de la ludopatía, son más claros en ella que en mí. Quizá porque yo estoy demasiado preocupado por el amor de Polina.

Cap11: 
"La abuela estaba de humor impaciente e irritable; era evidente que la ruleta le había causado honda impresión. Estaba inatenta para todo lo demás, y en general, muy distraída"
Después podemos verla: "dándome codazos de impaciencia", "rechinando los dientes de ansiedad"
Cuando perdía, confiaba en ganar en la próxima apuesta, recuperar sus pérdidas y abandonar el juego, pero no era así: "Apuesta de nuevo al zèro; apostaremos diez veces más al él y entonces lo dejamos"

Aunque hacía apuestas descabelladas, se sentía segura de su suerte: "La abuela, tranquila y orgullosa, se enderezó en su silla sin dudar de que ganaría irremisiblemente"
"Ya veo que los hemos perdido-dijo ella con tono de furia tranquila, si así cabe decirlo-; lo veo, amigo, lo veo -murmuró mirando ante sí, inmóvil y como cavilando algo- ¡Ay, que me muero si no...! ¡Pon otros cuatro mil gulden!

Pero volvió a perder y decidió ir  a una agencia de cambio, quería conseguir más dinero para poder seguir jugando hasta ganar:"¡Tontería! Voy a ganar todo lo perdido. Llévame. ¡Llama a esos gandules!"

CAP14: cuando lo gané todo

"Sí, a veces la idea más delirante, la que parece más imposible, se le clava a uno en la cabeza con tal fuerza que acaba por juzgarla irrealizable...
"Estaba como febril"[...] Y solo una vez en toda la velada me sentí poseído de terror, helado de frío, sacudido por un temblor de brazos y piernas. Presentí con espanto y comprendí al momento lo que para mí significaría perder ahora."




La Asociación Americana de Psiquiatría indicó en 1995 que hay juego patológico cuando se dan al menos cinco de estas circunstancias ¿Crees que yo los tengo?
  • Preocupación por el juego (por ejemplo, idear formas de conseguir dinero para jugar)
  • Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitación deseado.
  • Fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego.
  • Inquietud o irritabilidad cuando se intenta interrumpir o detener el juego.
  • El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas.
  • Después de perder dinero en el juego, se vuelve a jugar para intentar recuperarlo.
  • Se engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación en el juego.
  • Se cometen actos ilegales como falsificaciones, fraude, robo o abusos de confianza para financiar el juego.
  • Se han puesto en riesgo o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo u oportunidades profesionales por causa del juego.
  • Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la situación financiera causada por el juego.

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