Resumen 4ª Cuento. IV Jornada del "DECAMERÓN"



Tras la historia contada por Lauretta, todos se dolían de la desgracia de los amantes y comentaban la historia, hasta que el rey le indicó a Elisa que siguiera con otra novela, y así comenzó:


La historia trata de el rey de Sicilia, Gulielmo II, que tuvo dos hijos, un varón que se llamaba Ruggiero y una mujer llamada Constanza. Ruggiero murió antes que su padre, y le dejo un hijo, llamado Gerbino, que fue educado por su abuelo, y se convirtió en un joven guapo y famoso por su cortesía. Su fama se extendió por varias partes del mundo, y especialmente en Berbería, que era tributaria del rey de Sicilia. La fama de Gerbino llegó a oídos de una hija del rey de Túnez, que según decían era hermosísima, muy cortés, y muy noble. Al oír hablar a unos y otros de las valerosas hazañas de Gerbino, se imaginó como seria este y se enamoró.


Por otra parte, la fama de la belleza y el valor de esta doncella también había llegado a muchos lugares, entre ellos Sicilia. Al oír estas cosas, Gerbino también se enamoró de ella. Tanto se había enamorado que pidió permiso a su abuelo para ir a Túnez. Deseoso de verla, ordenaba a los amigos que allí fueran que le comunicaran a la doncella su amor, y le trajeran noticias. Uno de estos amigos, le llevo joyas a la muchacha, le demostró el amor que Gerbino sentía por ella, y le ofreció a él y a todas sus cosas. Esto fue recibido con agrado por el embajador. La doncella le respondió que ella igualmente ardía de amor por él, y le mandó como testimonio una de sus joyas, que Gerbino recibió con mucha alegría. El joven enamorado siguió enviándole regalos y cartas, deseando poder verse algún día.

Así sucedió que el rey de Túnez casó a su hija con el rey de Granada, lo que molestó mucho a la joven, pensando que se alejaría y perdería a su amado. Mientras tanto, Gerbino que sabía lo del matrimonio, vivía muy afligido y pensando si habría algún modo de poder llevarse a la doncella por su fuerza. De esto se enteró el rey de Túnez, y temiendo que su hija fuera raptada durante el viaje que la llevaba con su marido, avisó al rey Guilielmo de lo que quería hacer, para que este le asegurara que ni Gerbino ni ningún otro se interpondría en su camino.

El rey Guilielmo, no se había enterado de tal enamoramiento, por lo tanto aseguró lo que le pedía el rey de Túnez, y le envió su guante, como señal. El rey de Túnez, tras asegurarse esa cuestión, hizo preparar una nave en el puerto de Cartago, en la que mandar a su hija a Granada. La joven señora, mando a Palermo a un servidor suyo, que saludase a Gerbino de su parte, y le dijera como iría a Granada en pocos días; entonces, ahora se vería si el enamorado era tan valiente t la quería tanto como decía. El servidor de la joven, hizo lo que le fue ordenado, y volvió a Túnez. Gerbino, sabiendo esto, no supo qué hacer, ya que su abuelo, había garantizado la seguridad al rey de Túnez. Finalmente, empujado por el amor, y para no parecer cobarde, fue a Mesina, e hizo armar dos galeras, tripuladas por valientes hombres, y se dirigió a Cerdeña, con el pensamiento de que la embarcación en la que iba su amada pasaría por alli.
Unos días después, la nave apareció y Gerbino dijo a sus compañeros que si eran tan valientes como el había pensado, y que si alguna vez habían sentido amor, debían comprender lo que el sentía. Después les dice que lo que el ama está en la embarcación que esta próxima a ellos, al igual que hay en esta muchas riquezas, que pueden quedarse, ya que él solo quiere quedarse con la joven.
Gerbino no necesito tantas palabras para motivar a los mesinenses que estaban deseosos de conseguir el botín. Por lo consecuente, hicieron sonar las trompetas, empuñaron las armas, y dieron remos al agua hasta llegar a la nave. Los tripulantes de la otra nave, vieron venir a las galeras, y no pudiendo huir, se prepararon para defenderse. Gerbino ordenó que los que no quisieran batalla, fueran llevados a las galeras. Los sarracenos, mientras tanto, dijeron que se les asaltaba desobedeciendo la palabra del rey Guilielmo, le mostraron el guante y se negaron a rendirse o a entregar algo que hubiera en la nave.
Gerbino vio a su señora, mucho mas hermosa de lo que se habia imaginado, e impulsado por el amor, rechazo la señal del guante, y comenzó una batalla, en la que ambas partes salieron mal paradas.
Finalmente, Gerbino, viendo que la batalla no tenía provecho, cogió una barca, la incendió y la acostó a la nave de los sarracenos, estos sabiendo que debían rendirse o morir, asesinaron a la hija del rey, y la arrojaron al mar, diciendo que se la daban como merecía su lealtad.
Gerbino, viendo tal crueldad, subió a la nave, y alimentado por la ira, empezó a matar cruelmente a todo aquel que se encontraba en la embarcación. Cuando ya habían crecido las llamas que devoraban el barco, los marineros cogieron lo posbile como recompensa, y se hundió. Luego se recogió del mar, el cuerpo de la hermosa señora, que Gerbino lloró con muchas lagrimas, y finalmente fue enterrado en Ustica, una pequeña isla enfrente de Trápani, volviendo Gerbino a su casa muy dolorido.
Cuando el rey de Túnez conoció la noticia, envió a sus embajadores al rey Guilielmo, lamentándose de que la palabra dada había sido incumplida, y contandole como. Por lo que Guilielmo, hizo apresar a Gerbino, le condenó a muerte, y en su presencia le hixo hizo cortar la cabeza, prefiriéndose quedar sin nieto, antes que sin honor. Así, en poco días, sin gozar ninguno de los dos amantes de su amor, murieron.
Sergio Torres Moreno.

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