1. Breve resumen
Rosa Montero es entrevistada por
una estudiante de periodismo que la avisa de que no le va a pagar la entrevista
que resultó muy bien.
Rosa muestra su extrañeza ante
esta conducta. Los estudiantes de periodismo en la actualidad piensan que toda
entrevista es pagada. Tal práctica está prohibida en El País, porque si una entrevista se paga el
entrevistado puede desear cambiar sus declaraciones para vender la entrevista.
Los estudiantes actuales han
visto demasiada bazofia en televisión lo que ha distorsionado su visión de la
profesión.
2. Tema y organización de ideas
Estudiantes de periodismo con
una visión de la profesión distorsionada por la bazofia televisiva
Organización de ideas
Dividiremos el texto en dos
partes diferenciadas en el texto por colores. Podemos extraer la conclusión del
último párrafo.
1. Rosa Montero es entrevistada por
una estudiante
1.1. La estudiante hace una buena entrevista
e informa de que no pagará la entrevista
1.2.Rosa Montero manifiesta su extrañeza ante
la idea de que las entrevistas se pagan
2. Las entrevistas pagadas están
prohibidas en los medios de comunicación solventes
2.1. Un entrevistado pagado puede no
ser sincero
2.2. Los profesores no informa de
esto a sus alumnos puesto que no creen que puedan creer que las entrevistas se
pagan
3. Conclusión: Los estudiantes
piensan que deben pagar las entrevistas debido a la bazofia televisiva que han
visto.
El texto empieza partiendo de un
caso concreto (la entrevista Rosa Montero) hasta llegar a una conclusión
general (La bazofia televisiva ha afectado a la visión del periodismo) por lo
que podría decirse que es un texto inductivo.
3. Comentario crítico
Rosa Montero reflexiona en este
texto de opinión publicado en El País sobre la visión que de la profesión que
ella ejerce tienen los estudiantes que se preparan para trabajar como
periodistas en un futuro.
La causa específica que aparece
en el texto podría ser una simple anécdota que hace a la periodista reflexionar
sobre un tema que le preocupa. ¿Hay razones para esta preocupación? ¿Realmente
existe en la sociedad una visión tan deformada de lo que es ser un periodista?
Basta con poner la televisión en algunas cadenas y en determinadas horas para entender y
compartir la inquietud que siente Rosa Montero: programas en los que se airean
secretos de familia, problemas de alcoba, en los que se exponen hombres y
mujeres para mostrar: cómo seducen, cómo hablan, cómo viven,… Hay programas que
hacen ricos a sus productores simplemente encerrando a unos jóvenes en un
entorno controlado y dejando que los demás veamos su vida: levantarse, comer,
cenar, pelearse y practicar sexo. ¿Qué tiene esto que ver con el periodismo,
podría decirse? Obviamente nada hasta ahora, pero sí, porque después de una
soporífera hora contemplando la anodina vida de jóvenes incultos, que sabemos
que no pueden ser iletrados porque conocemos nuestro sistema educativo, pero
que parecen haber sido sometidos a la acción de un nebulizador tipo “Los
hombres de negro” en cuanto a maneras, conocimientos y respeto se refiere.
Después de esto, repito, vienen los debates donde periodistas, sí, licenciados
universitarios superiores, especializados en cotilleos, infidelidades,… en
exacerbar lo que de más bajo hay en el ser humano, eso sí, la vida de estos
profesionales de yo qué sé qué, es más cómoda que la del que se juega el tipo
en Siria, o en Afganistán y que ejerce la función que realmente la sociedad destina
para el llamado Cuarto Poder: la prensa nos trae el mundo a casa, informa de
sucesos que nuestros hijos estudiarán en historia y conocerán gracias a ellos,
pero también ejerce una labor de control sobre el poder: corrupción,
negligencia, incapacidad… cualquier error o cualquier mentira, manejo extraño
que realice el poder político, empresarial, religioso,.. estará sometido al
escrutinio de la prensa.
Habría pues que hablar de
diferentes tipos de periodistas, los serios, los que investigan, informan,
opinan y nos hacen opinar y los otros, que un día fueron licenciados en
periodismo y ahora son especialistas en bajas pasiones y actos mezquinos.
Pese a lo dicho, tengo que
reconocer que hay un tipo de periodista que para mí está aún más abajo: los que
viven del morbo, revoloteando como buitres alrededor de desaparecidos, de
accidentados, de víctimas de atentados,… Son expertos en todo: un día lo saben
todo de catenarias y al día siguiente sientan cátedra sobre psicología
infantil: y cobran, cobran por exacerbar el morbo, las babas que rebosan de los
colmillos de los telespectadores ávidos de saber si tal víctima perdió mucha
sangre, si hubo agresión sexual, si el chófer de no se qué había bebido jarabe
para la tos y estaba dopado… Estos profesionales sí me parecen lo peor por el
tono de seriedad científica que quieren transmitir a una audiencia que es
manipulada y cebada con casquería milimétricamente no cocinada.
4.a Relaciones sintácticas
Ella me contó que sus compañeros de clase
pensaban que las entrevistas tenían un precio
Tenemos una oración compleja
formada por una oración
predicativa, transitiva, enunciativa, afirmativa cuyo complemento directo es a su vez una oración
subordinada sustantiva.
La oración
dos está unida a la uno mediante el nexo conjuntivo que. Sus compañeros es el sintagma sujeto y
el sintagma verbal cuenta con un complemento
directo que vuelve a ser una oración subordinada sustantiva en función de
complemento directo con nexo que.
O1: Oración
compleja predicativa, transitiva, enunciativa, activa, afirmativa
O2: Oración
subordinada adjetiva de complemento directo unida a la principal mediante el
nexo que. Activa, transitiva, predictiva, enunciativa, afirmativa
O3: Oración
subordinada adjetiva de complemento directo unida a la O2 mediante el nexo que. Activa, transitiva, predicativa, enunciativa,
afirmativa
4.b. (Sin mirar en el diccionario)
Desazonante: Inquietente, que
produce intranquilidad
Galaxia: Conjunto de cuerpos
celestes que desde la distancia parece tener una estructura separada del resto
del universo que la rodea
Bazofia: Generalmente referido a
comida desagradable, prácticamente incomible. En este caso se refiere a los
programas de televisión cuyo contenido es tan vomitivo como la comida de la que
hablábamos
Cochambre: Porquería, suciedad
que se encuentra sobre ropa, muebles y que debido al tiempo que lleva en su
lugar parece estar incrustada.
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